Comunicado

El 13 de mayo de 2019, la policía nacional, junto con la Brigada Provincial de Información de Madrid, irrumpen en dos edificios okupados del barrio de Tetuán. Ambos son domicilios pero uno de ellos es, a su vez, un espacio político abierto al público conocido como EOA La Emboscada.

La policía retiene a las personas que se encuentran dentro de los espacios, mientras realizan los registros durante el cual, llenan cajas de cartón con carteles, ropa de diferentes colores, herramientas de trabajo, cuadernos, diarios, agendas, pen drives, teléfonos móviles, etc.

También abren los ordenadores para extraer discos duros, tratan de clonar tarjetas de memoria para, finalmente, incautar prácticamente todos los aparatos electrónicos que encuentran. Tras seis horas de búsqueda, concluye el registro y se llevan detenidas a dos compañeras bajo las acusaciones de delito de terrorismo.

Tras una noche en los calabozos de Moratalaz, son trasladadas a los calabozos de la Audiencia Nacional en la calle Génova, donde pasarán a disposición judicial esa misma mañana para, seguidamente, ser puestas en libertad a la espera de juicio.

Pasados varios meses se abre el secreto de sumario, momento en el que se tiene acceso a la información concreta de la acusación.

Desde 2017, la Brigada Provincial de Información viene investigando diferentes ataques, de diferentes características y motivaciones, como por ejemplo incendio de coches de empresas de seguridad, colocación de artefactos explosivos en sucursales bancarias, rotura de cristales de partidos políticos o vandalismo contra inmobiliarias. Son más de diez acciones desde 2017.

La acusación de terrorismo se justifica con la existencia de una ideología detrás de las acciones.

El grupo Quemando arcas nace a raíz de la “Operación Arca” en solidaridad con las compañeras encausadas. Nuestra intención es construir y difundir contenidos sobre la represión y sus efectos, y la solidaridad. Entendemos esta operación como un golpe contra el movimiento anarquista en su conjunto y queremos que no quede en manos de las encausadas afrontar la represión. No pretendemos suplantar la voz de nadie: todos los textos que encuentres aquí representan nuestra opinión y se construyen como un trabajo colectivo a raíz de una operación policial.

A nosotras no nos importa si para el Estado ellas son inocentes o culpables, si son criminales o terroristas. No queremos legitimar su espectáculo, ni un sistema judicial y político que han creado ellos para sus propios intereses. La única definición que reconocemos, y en la que nos reconocemos a nosotras mismas desde la complicidad, es la de anarquistas porque luchamos por recuperar nuestra vida y nuestra autonomía frente a este sistema autoritario.

Para nosotras la mejor manera de solidarizarse es continuar las luchas que compartimos, por eso estas compañeras y otras tantas, golpeadas a diario por el sistema, están presentes en ellas y las inspiran.

Un guiño de complicidad a las que luchan, sean criminales, terroristas o simplemente anarquistas.

Sus jaulas no nos detienen.